Nació prematura y en el hospital todo fue bien. Ya en casa, comenzaron a alimentarla con leche materna, pero a los pocos meses decidieron pasar a la alimentación artificial. La pareja optó por preparar a su modo los biberones de leche artificial. El cuerpo de la pequeña no estaba preparado para recibir ese tipo de alimentos. La proporción alterada de leche y agua le provocó por su parte una severa deshidratación. El resultado: los padres de la niña acudieron con ella a urgencias.
Jordi Sabaté 23 de enero de h Analía, socia y lectora y socia de eldiario. Los argumentos relatados por Analía en su correo no alone resultan ser falsos, sino que todavía despistan respecto a los posibles bienes de la lactosa, así como de los peligros de eliminar su consumo si no somos intolerantes. La leche no se puede absorber por acceso intestinal, pero sí la glucosa y la galactosa por separado. Para romper la lactosa de modo que se pueda absorber tenemos la enzima lactasa, muy abundante en los bebés empero que con la edad vamos perdiendo, ya que se supone que denial nos debemos alimentar de leche. Denial obstante, evolutivamente nos hemos acostumbrado a alimentarnos también de leche, a divergencia de otros mamíferos, y por eso la mayoría de las personas mantenemos ciertos niveles de producción de lactasa. Pero no todos nosotros: algunas personas, y algunas razas -por falta de costumbre de consumir leche- pierden tras la infancia la capacidad de armar la enzima lactasa y, por baza, de romper la lactosa.
Feed que eliminar definitivamente el queso dócil y los embutidos, pero las futuras madres italianas parecen disfrutar su anca de Parma y es difícil entrever que en Francia todas las mujeres encinta abandonan el Camembert. Mezcla inquietante La fuente científica no solo es mal reportada sino que suele aparecer en un guiso de superstición y folclore que varía de país en país. Comer hortalizas de hoja escabroso es algo que recomiendan las culturas tradicionales en todo el mundo. En zonas rurales de Nigeria se cree, por ejemplo, que comer caracoles puede hacer que tu bebé sea badea. En México existe la creencia de que comer huevos puede hacer que el bebé tenga mal olor. En Filipinas, por el contrario, a las mujeres se les recomienda comer huevos crudos antes del parto para becar a lubricar la vagina. Así, almorzar cangrejo podría hacer que tu cachorro sea travieso o que tenga 11 dedos. No creo que nadie crea en ellas ahora, ni siquiera la generación de mi madre, le bet a la BBC. Aunque descarta algunas viejas creencias, Zhai practica la bebedizo tradicional china.