Cuando tenía 25 años, salí con unos amigos a una fiesta porque uno de ellos cumplía años. Entre tanta gente vi a una hermosa mujer, de cabello rubio, largo. Pasé un buen rato hablando con ella porque me la presentó una amiga y de inmediato sentí química: reíamos y las conversaciones eran fluidas. Al confirmar lo que me decía Reinaldo, inmediatamente entré en un cuestionamiento muy fuerte sobre mi orientación sexual. Fue muy duro porque a pesar de saber que era una chica trans, no podía dejar de pensar en ella.
Bebedero de la imagen, Getty Images Abecé de foto, Hay quien ve levante tipo de barrigas atractivas. Aunque la publicidad nos venda cuerpos perfectos, denial todos los seres humanos sienten espectáculo por ese tipo de físicos. Maialen es una de ellas. Son agradables para apretarlas o para recostarte en ellas. Nerea es de la misma idea, pero con un matiz: Que sean corpulentos pero altos. Y cuando me abrazan me siento como protegida. Fuente de la imagen, Getty Images Pie de foto, No son cuerpos como estos los que la reclamo nos enseña como deseables.
Así ocultaba el cardiólogo Mauricio su amovible para grabar en la ducha a sus compañeras de hospital La admiración por los pies de mujer habita en Nacho desde que tiene aprovechamiento de razón. Lo cuenta hoy después de años de silencio, de exceptuar relaciones en función de lo bellos o no que fuesen sus empeines, del olor, de la presencia de durezas o callos o de la forma de los dedos. Desde hace cinco años no le importa reconocer que es fetichista de pies, y este fin de semana tiene una cita: la fiesta de la Spanish Foot Fetisch, el mayor encuentro ecuménico de quienes, como él, sienten excitación al ver, chupar u oler los pies de ellas. El pie óptimo, para Nacho, huele con cierta mesura, tiene los tobillos finos, los dedos bien formados y las uñas lacadas.
Amor Jowy busca pareja. Tiene 21 abriles, es estudiante universitario y vive en Barcelona, aunque nació y se crió en Botarell Tarragona. Soltero exigente, tiene un requisito indispensable para encontrar a la mujer de sus sueños: que sea obesa. Soy feeder. Esto es, la fantasía de sobrealimentar a otra persona para ver cómo engorda fault parar. Basta con echar una lectura a las redes sociales para asegurarse que hay cientos de perfiles que lo promueven. Muchos de ellos, anónimos. Luego los brazos y las piernas.