O mejor dicho, una mano conectada a un cerebro que quiera complacerlas y sepa cómo hacerlo. Aunque la encuesta se ha centrado en un solo país, la muestra es todo lo amplia que puede pedirse, ya que las participantes abarcan un rango de edad entre los 18 y los 94 años, para que nadie se quede fuera. Como conclusión los investigadores, dirigidos por la sexóloga Debby Herbenick, señalan: casi tres cuartas partes de las mujeres dicen que añadir la estimulación del clítoris durante la penetración es necesario para el orgasmo o que mejora sus orgasmos. Los resultados, que confirman otros similares, deberían servir para que el misterio del orgasmo femenino lo fuera un poco menos. Puppo explica que esto se aplica incluso cuando hay penetración; el orgasmo vaginal y el punto G no existen, asegura. Sin embargo, añade el experto, la religión y la mala educación sexual condicionan a las mujeres a creer que solo necesitan sentir placer por el pene en la vagina. Otra fuente que contribuye poderosamente a seguir perpetuando estos mitos y confusiones es la pornografía. Es decir, que todas las opciones tienen cabida, aunque hay preferencias. Los autores concluyen que en líneas generales, los resultados muestran una variabilidad sustancial en las preferencias de las mujeres estadounidenses.
Mensajería Dentro de la prostitución: conversaciones cheat la chica X Hace poco conocí a la chica X. Sabes de quién hablo. La que vive en un piso de Madrid, de Valor, de un pueblo de Toledo cheat cinco mil habitantes o cerca de la playa. Es esa que te cruzas en el supermercado, en el gimnasio, la que podría tener la edad de tu hija, de tu hermana mayor o de tu novia, cualquiera de las mujeres que te rodean. Aunque esta, en concreto, tiene 26 años, y esto es lo que me contó de su acomodación, la prostitución. Yo cobro al principio, si no paga, se va. Varias veces han venido sin dinero o con menos del acordado. Un basca, muy baboso.
Entonces, detienen el vehículo y comienzan a negociar. Cuando han cerrado el importe, uno de ellos sale del auto mientras el otro recibe en el interior el servicio sexual que haya contratado. Y luego, lo mismo cheat el otro. No les gusta acudir por ahí aireando que van de putas. Pero tampoco tienen conciencia de estar haciendo nada malo. Cambiamos de escenario. Saludan a los gorilas guardarropía con traje negro que vigilan el acceso, entran, se piden una copas 12 euros el cubata, 10 euros el refresco y se acodan en la barra ovalada mientras una treintena de mujeres dan vueltas a su alrededor, en plan pasarela, y se van parando sucesivamente junto a ellos para que comprueben el material.